Soneto 66: Morir Quisiera; Mi Alma Está Cansada
Morir quisiera; mi alma está cansada
de ver la nulidad siempre triunfante,
el mérito humillado y vergonzante
y del honor la pulcritud manchada;
la pura fe sin compasión hollada
y sobre la virtud sello infamante,
la virgen inocente, en repugnante
contrato a la lujuria abandonada;
amordazado el arte; envilecido
el talento, seguir a la locura,
al que es leal por necio escarnecido,
y en el poder a la codicia impura . .
Mas ¡ ay, si yo muriera, quedaría
sola en un mundo así la amada mía!