Soneto 153: Cansado De Vagar El Dios Cupido
Cansado de vagar el dios Cupido
en un bosque, llegó junto a una fuente,
a un lado colocó su antorcha ardiente,
se echó en el césped y quedó dormido.
Viendo una casta ninfa su descuido,
tiró al agua la antorcha refulgente,
pero en el acto, un manantial hirviente
brotó donde la antorcha había caído.
Dicen que el agua aquel cura mil males
yo sólo sé que el dios renovó el fuego
de su antorcha en tus ojos celestiales,
y que el agua salud no me dió luego;
yo, como el dios, la luz casi apagada
de mi vida, renuevo en tu mirada.